lunes, 30 de julio de 2012

No nos reímos porque somos felices, somos felices porque nos reímos

Hola a todo el mundo. Julio está a puntito de acabar...pero aún hay dos personas que os quiero presentar antes de terminar con el "Reto en positivo". No obstante, debéis saber que siempre que tengáis algo que contar para hacer que se despierte una sonrisa en la gente, podéis hacerlo, yo intento ser positiva siempre, no solo en meses determinados..... Esto os lo digo porque Virginia, de Lamohino, me comentó que tenía una idea fantástica para participar pero que necesitaba más tiempo, y algunas personas ya han iniciado sus vacaciones, así que no os preocupéis porque vuestras propuestas son bienvenidas siempre!
Hoy voy a presentaros a Estela. Es dulce, cariñosa, inteligente, divertida y tiene una profesión que sólo personas como ella pueden desarrollar. Es terapeuta ocupacional y trabaja con niños muuuuuy especiales. Estela sabe sonreir, como todos, claro, pero además nos cuenta los beneficios que tiene el sonreir, cosa que no todos sabemos.... Así nos lo cuenta:


“NO NOS REÍMOS PORQUE SOMOS FELICES, SOMO FELICES PORQUE NOS REÍMOS”


¿Sabíais que una comunidad que habitaba en la selva ecuatorial suramericana celebraba la fiesta de la risa cuando uno de sus miembros caía gravemente enfermo para acelerar su recuperación?

 ¿Y que en la antigua Grecia los anfiteatros se construían al lado de los templos de curación para que los pacientes pudieran disfrutar de las comedias y ayudara en su recuperación?

 Ya en el siglo V a. C. el poeta Píndaro escribió “La alegría es un remedio infalible”.

 Nuestros antepasados conocían los grandes efectos que la risa podía causar en la salud de las personas y la usaban para ese fin.

Esta tendencia era y es muy común en Oriente, dónde el budismo es un claro ejemplo (Buda se iluminó mientras se reía) dónde aprecian la risa y sus propiedades.

 Desafortunadamente, en Occidente la risa ha sufrido una represión a lo largo de la historia, dónde el cristianismo enseñó que la risa no era de origen divino sino una obra del diablo o una conducta grosera e incivilizada descrita como “producto de una mente inmadura” en diccionarios de otras épocas.

 Todo el mundo puede imaginarse que reírse puede mejorar nuestro estado de ánimo y los efectos psicológicos se hacen visibles.

Pues bien, lo que es fascinante son los efectos físicos que tienen lugar en el organismo en el momento de la risa y después de reírse. Estos son algunos de ellos:

-       los risoterapeutas aseguran que los músculos ejercitados durante la risa son unos 400.

-       se mantiene la flexibilidad de los músculos y libera las tensiones acumuladas en los huesos de la columna vertebral y cervical a modo de masaje interior.

-       Mejora la circulación de la sangre por la dilatación del sistema cardiovascular.

-       Disminuye el colesterol y regula la tensión arterial.

-       Por la cantidad de aire que introducimos al cuerpo mientras nos reimos, la sangre y la piel se oxigenan.

-       Alivia el dolor por la liberación de las “hormonas del bienestar” (endorfinas y encefalinas).

-       Aumenta la actividad de nuestro sistema inmunitario, mejorando la defensa de nuestro cuerpo.

-       Reduce el nivel sanguíneo de cortisol, hormona que daña las células y que se segrega ante la tensión y el estrés.


Pensé que un recordatorio de lo beneficiosa que es la risa no nos vendría mal en este Reto en positivo y en estos tiempos que corren, dónde la risa está siendo aplastada por el torrente de negativismo que se nos viene encima cada día.


Como dijo William James: “No nos reímos porque somos felices, somos felices porque nos reímos!!”


Así que ya sabéis, aunque sólo sea por reducir el colesterol y el estrés, pegaros unas risas, que son sanas y no hacen daño a nadie. Un buen método para provocarla es disfrazarse en un fotomatón:



Muuuuuack!





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